Calentar grandes espacios o naves industriales de forma eficiente resulta complicado, ya que se pierde mucha energía en calentar áreas no necesarias. Los tubos y paneles radiantes a gas natural nos ofrecen una solución eficiente a este problema ya que nos permiten enfocar el calor hacia una zona específica, aprovechando al máximo la energía sin necesidad de calentar todo el espacio.
Si te estás planteando un cambio de sistema o una nueva instalación, ponemos a tu disposición a nuestro equipo de expertos para asesorarte.
Los sistemas de calefacción a gas natural ofrecen una alta eficiencia, calentando directamente personas, objetos y espacios. El calentamiento se controla mediante un termostato que detecta la diferencia entre la temperatura interior y la de consigna, para mantener la temperatura de confort.
Adicionalmente, ofrecen un ahorro energético importante, a partir del 30% frente a otros sistemas tradicionales.
En la actualidad, el gas natural es el combustible fósil menos contaminante y más económico. Asimismo, dispone de una amplia red de distribución que permite adaptar esta solución rápidamente.
El funcionamiento de los sistemas de calefacción por radiación se puede entender haciendo un símil con la radiación solar.
Imagínate un día de invierno, con el cielo despejado y una temperatura ambiente inferior a 0ºC. Si te expones a la radiación solar te sentirás bien, entrarás en calor, incluso tendrás que quitarte algo de ropa. Pero si llega una nube y tapa el sol, empezarás a sentir frío de forma inmediata y si quieres conservar tu calor corporal. tendrás que abrigarte otra vez.
Los sistemas de radiación presentan muchas ventajas, tanto técnicas como económicas, en relación a los sistemas de calentamiento por convección en naves industriales, almacenes, polideportivos, centros comerciales, centros de culto, etc., que tienen una altura superior a los 4 m., es decir, en espacios que cuentan con un gran volumen de aire.
Por otra parte, la instalación de estos sistemas resulta muy sencilla, y se adapta fácilmente a las necesidades de cada cliente.
Existen dos técnicas de calefacción que se utilizan, principalmente, para calentar estos espacios que cuentan con un gran volumen de aire:
Podemos utilizar cualquiera de estas dos técnicas. La principal diferencia entre ambas radica en el método que utilizan para transmitir el calor desde el sistema de calefacción hasta el espacio que queremos calentar. Por eso, si queremos ser eficientes, tendremos que elegir la que mejor se adapte a las características y necesidades de cada espacio concreto.
Esta técnica funciona calentando el volumen de aire del espacio que queremos calentar. Para ello, se cuenta con un elemento que transmite calor. El aire, al entrar en contacto con este elemento, se calienta y circula por el espacio de forma natural o forzada. De ahí que se diferencien la convección natural (radiadores) y la convección forzada (aerotermia).
Esta segunda técnica funciona produciendo un cuerpo caliente a través de la emisión de una radiación electromagnética.
La radiación se transmite en línea recta, transformándose en calor al contactar con diferentes superficies (paredes, maquinaria, herramientas, suelo, personas…), sin calentar directamente el aire del espacio. En este caso, el aire se calienta al entrar en contacto con dichas superficies calientes, es decir, por convección indirecta.
Este sistema es muy fácil de instalar, y está compuesto por un quemador de gas, un termostato, un conducto por donde circula el aire caliente y, finalmente, unos emisores de calor.
Los emisores de calor pueden ser de los siguientes tipos:
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