Aparecen en Irán los primeros yacimientos de gas natural. Probablemente un relámpago los encendió y los antiguos persas descubrieron su existencia creyendo que las llamas constantes eran «fuegos eternos» provocados por los dioses.
En China se realiza la perforación del primer pozo conocido de gas natural a 150 metros de la superficie, aunque parece que tenían constancia de la existencia de este gas desde el año 900 A.C. Las perforaciones y el transporte del gas eran realizados con cañas de bambú huecas.
Encontramos las primeras menciones al gas natural en Inglaterra, pero se desconocía cómo transportarlo desde sus yacimientos, motivo por el cual se mantuvo desplazado del desarrollo industrial por el petróleo, el carbón y sus derivados. Los primeros usos del gas canalizado datan de finales del siglo XVIII o comienzos del XIX y se refieren a la utilización de gas manufacturado (procedente del carbón) para iluminación. De ahí que la primera denominación que se utilizó para definirlo era «Gas del Alumbrado».
Algunos barrios de París y de Londres implantan iluminaciones a base de gas manufacturado. En España no se demoró mucho su llegada.
En un pequeño pueblo en el estado de Nueva York se transportó el gas natural mediante una tubería de cobre de pequeño diámetro hasta los consumidores, que lo utilizaron principalmente para iluminación. Sin embargo, no sería hasta 1890 cuando se produciría un importante avance en la tecnología del transporte del gas con la invención de las uniones a prueba de filtraciones que permitía llevar el gas a 150km de distancia.
La tecnología de cañerías ha evolucionado y en Estados Unidos comienzan a construirse grandes sistemas de transmisión de gas (gasoductos), de más de 51 centímetros de diámetro y 320 kilómetros. En 1970 en Rusia, comienza a construirse la tubería más larga para el transporte de gas natural, la Red de Northern Lights, con 5470 kilómetros de longitud, atraviesa los Urales uniendo Europa Oriental con Siberia.
En España las redes de transporte y distribución de gas natural superan los 35.000 kilómetros y se consumen en el mundo más de 2.350 millones de metros cúbicos al año. Hoy por hoy existen unas reservas probadas de gas natural que superan los 160.000 millones de metros cúbicos.